viernes, 22 de agosto de 2008

Tragedia con 153 muertos en Madrid: "El avión prácticamente se desintegró"


Al despegar del aeropuerto de Barajas, Madrid, un MD-82 de la empresa Spanair tuvo una falla en una de sus turbinas, cayó, se partió y se incendió. La tragedia, que conmocionó hoy a España, dejó hasta ahora un saldo de 153 muertos y una veintena de heridos, algunos muy graves.

"El avión prácticamente se desintegró y hemos evitado que algunos se quemaran entre los restos", dijo el jefe de Bomberos de la primera dotación que llegó al lugar, según cita El País.es. "Era una zona de difícil acceso. Cosas como ésta te dejan muy marcado. El avión se ha desintegrado prácticamente, pero al partirse hemos podido sacar a gente del río, de entre los restos, y hemos evitado que se quemaran. Hemos logrado salvar alrededor de veinte personas", dijo.

Si bien la aeronave era de la firma Spanair, operaba con un código compartido con la alemana Lufthansa. Viajaban 164 pasajeros y 9 tripulantes. Su destino final era Las Palmas de Gran Canaria. El accidente se produjo durante el despegue, poco antes de las 15. La causa, según coinciden todos los medios españoles, fue una falla en una de las turbinas. Ya fueron localizadas las cajas negras y ahora comenzarán las pericias oficiales.

En el lugar del siniestro se levantó durante horas una gran columna de humo que pudo apreciarse a varios kilómetros a la redonda, hasta que los bomberos lograron sofocar las llamas. Los relatos son estremecedores. "No queda nada que se parezca a un avión", dijo un agente de la Guardia Civil; "Es lo más parecido a un infierno que he visto, los cadáveres estaban hirviendo, nos hemos quemado al agarrarlos", afirmó un agente de policía.

Los primeros indicios apuntan a que el motor izquierdo se había incendiado antes de la caída. Medios españoles indicaron que la aeronave intentó despegar una vez y después fue revisada por un mecánico. Tras esa revisión habría reiniciado el despegue del trágico desenlace.

La salida del vuelo JK5022 estaba prevista para una hora antes, si bien Spanair no informó de las causas del retraso. Una investigación ya en marcha tendrá que aclarar lo ocurrido. Un equipo estadounidense viajará también a Madrid al tratarse de un MD-82, un
avión de fabricación norteamericana.

Entre las víctimas hay dos ciudadanos suecos y posiblemente cuatro alemanes, según Lufthansa, pero aún no se difundió el listado completo. Los cadáveres eran trasladados al recinto ferial IFEMA, el mismo lugar que ejerció de sanatorio y centro de identificación de las víctimas de los atentados islámicos del 11 de marzo de 2004.

Con la angustia en el rostro, los familiares de los pasajeros del avión se desplazaron hasta el aeropuerto de Madrid, donde se habilitó una sala de asistencia psicológica. En el de Las Palmas se estableció un espacio similar y estaba previsto que los familiares de Gran Canaria se trasladasen en un avión de Spanair a la capital española.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, suspendió sus vacaciones en Doñana, en el sur de España, para desplazarse hasta el aeropuerto. También el líder de la oposición, Mariano Rajoy, interrumpió las suyas en Galicia. El rey Juan Carlos, en tanto, estuvo en permanente contacto con Zapatero.

Madrid decretó tres días de luto y mañana jueves, los ciudadanos están convocados a guardar cinco minutos de silencio en la céntrica plaza de Cibeles, junto al Ayuntamiento de Madrid. El MD-82 contaba con 14 años de antigü edad y había pasado todas las revisiones obligatorias, la última de ellas en enero, según Spanair, cuya dirección se reunió de emergencia.

Lo dijo el jefe de Bomberos, y agregó: "Hemos podido sacar a gente del río, de entre los restos y hemos evitado que se quemaran". El MD-82 de Spanair llevaba 164 pasajeros y 9 tripulantes a las Islas Canarias. Al despegar del aeropuerto de Barajas falló una turbina, cayó, se partió y se incendió. Hay 20 sobrevivientes, 16 de ellos muy graves.

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